domingo, 17 de mayo de 2009

revive este blog.


hola a todos.. a partir de este momento este blog emerge cual ave fénix.
para seguir trabajando, leyendo y discutiendo sobre fotografía.

teoría mínima. protocolo en elaboración de proyecto fotográfico. imparte César Holm


Curso de teoría mínima, por medio del cual harán una revisión de géneros y autores contemporáneos, así como los aspectos formales para la elaboración de proyectos fotográficos. Tiene como finalidad dar a los alumnos herramientas que estructuren sus procesos creativos, principalmente en la fotografía

martes, 9 de diciembre de 2008

El No-Lenguaje Fotográfico por César Holm.




De que callada manera se me acerca usted sonriendo…..
Nicolás Guillén

La Fotografía y su naturaleza

Silencio. ¿Escuchan? Oyen igual que yo ese ruido, ese gis que no deja de sonar cada vez que tocamos el tema. Muchas han sido las vueltas que los estudiosos han dado para caer en el mismo punto, sí… Pero no. También sé, que pudiera parecer atrevido o arriesgado plantear una ponencia negando la existencia de la misma.

Abrazo el tema como si atravesara por una crisis existencial, una crisis cíclica que trato de contagiar a mis alumnos cuando les llega la hora. El tema que hoy nos reúne, pudiera considerarse lugar común entre quienes al tomar una cámara fotográfica damos por hecho un tema que, en ocasiones, sólo suponemos.

Siempre he considerado paradójico este concepto de Lenguaje dentro de una disciplina que vive en el silencio.

Pienso que una de las referencias sobre la Naturaleza de la Fotografía obedece, en una primera instancia, al aparente silencio que reina sobre su bidimencionalidad y que, sin embargo, desde su mutis ha sabido establecerse como puente entre el hombre y sus ideas.

La Fotografía ha demostrado sus infinitas posibilidades. Su inmediatez, así como sus múltiples interpretaciones y la maleabilidad que puede ejercer el hombre sobre sus implicaciones, han sido sus principales atractivos; como todo medio de expresión cuenta con reglas y estructuras propias para trasmitir sus mensajes, es precisamente a esto a lo que se le llama LENGUAJE FOTOGRÁFICO.

El lenguaje

Hablar sobre Lenguaje es abrir la Caja de Pandora, por ser su naturaleza basta y sus terrenos de reflexión diversos, por lo tanto debemos delimitar nuestras acotaciones. El lenguaje es regularmente homologado con la lengua o el habla; en múltiples ocasiones es considerado sólo como una herramienta de comunicación; sin embargo, llegamos más allá cuando tomamos en cuenta una de sus funciones más relevantes y que justifica su intervención en el tema: el lenguaje como proceso de significación de las ideas.


El lenguaje permite materializar deseos, sueños y pensamientos. Llevarlos al terreno del lenguaje implica siempre una proyección del mensaje y con ello, pensar automáticamente en el otro, el que recibirá el mensaje.
Sobre sus hombros pesó durante mucho tiempo la responsabilidad de ser la cualidad que nos diferencia de otras especies, idea que se derrumbó al llegar a la conclusión de que otros seres vivos cuentan con lenguajes propios de su naturaleza, por ello no es de extrañar que el menú de posibilidades y el amplio campo de acción con que cuenta el lenguaje sea tan variado y disímil en algunos momentos.

El lenguaje, por su unión indisoluble con el pensamiento, permite que emerjan las estrategias de elaboración de mensajes, los contenidos y su entendimiento.

Esta comprensión es producto de un periodo prolífico en la historia del pensamiento contemporáneo y debemos el uso del concepto al estructuralismo europeo de los años 50´ : Ferdinand de Saussure y Lévi-Strauss con la CONCEPCIÓN ESTRUCTURALISTA DEL LENGUAJE.


En su planteamiento proponen al lenguaje como la estructura donde cada parte solo cobra sentido en relación con el todo y debe representarse en cualquier momento de su existencia como organización, como un sistema o bien, una estructura.

El estructuralismo europeo, eleva al lenguaje como modelo de estudio y aplicación a diversos fenómenos con base en las funciones operativas. Tomándolo como un modelo a seguir para el razonamiento de los fenómenos del hombre.

Dicha corriente tiene sus bemoles. La lingüística conjuntamente con la semiótica ajustarían ideas con los post-estructuralistas, al aclarar que no podemos relacionar todo fenómeno como un conjunto de signos similar al del lenguaje, Ni aplicar dicha estructura en el estudio de otras manifestaciones de la comunicación humana.

Y es aquí donde debemos determinar el nivel de influencia del modelo lingüístico sobre la teoría de la imagen, cuyos antecedentes pesan desde el origen del concepto de Fotografía,
En su nombre lleva la penitencia, Fotografía es una palabra compuesta, en el que el prefijo foto, es un índice de luz y grafía evoca lo escrito, si hacemos una revisión de orden semántico llegaremos a la contradicción que da origen a toda la percepción consecuente en torno a esta disciplina. De aquí podemos tomar para ejemplo, conceptos tales como, lectura de imagen, discurso fotográfico, alfabetización visual, entre otros.


Existe un punto en común entre la Fotografía y el lenguaje hablado o escrito, ambos se construyen bajo sistemas simbólicos, uno con la palabra como unidad y el otro con los elementos de la significación (imágenes dentro de la foto).

El concepto de lenguaje que pesa sobre la Fotografía me parece una seductora yuxtaposición que confirma su contrariedad natural pero que en este caso, se deja llevar por la inercia y precocidad de su desarrollo, la Fotografía no ha puesto resistencia ante este sobre nombre que intenta dar origen y descripción de su función en la vida del hombre, debido a que la palabra Lenguaje participa como una articulación que intenta etiquetar uno de los principios más elementales de la Fotografía: transmitir-comunicar.

Quizá debamos partir de algo más elemental para afirmar la idea de que la Fotografía tiene un Lenguaje, hagámoslo en algo más simple, pensando que la literatura haya su lenguaje en la palabra, o la lecto-escritura, La música en los sonidos y los silencios, la danza en el movimiento corporal y el espacio. Todas y cada una de estas disciplinas han tenido la tarea de construirse un |“lenguaje que les dé identidad y autonomía.” Por su puesto, dentro de la parcialidad de cada lenguaje, porque como afirma Joan Costa: “Ningún lenguaje es capaz de trasmitir un fenómeno en toda su plenitud y complejidad en forma integra”.

A medida que la Fotografía va ganando terreno en la definición de su lenguaje, y por ende en la especialización como disciplina y construcción de una expresión autónoma, también va cerrando filas al delimitar al público que comparte su naturaleza; esto es, pierde universalidad pero gana eficiencia en el terreno de la comunicación y así los lenguajes como el fotográfico, cinematográfico, hasta el de video, van definiéndose para construir un sistema propio.

Sobre este tema se han creado planteamientos tan complejos y abstractos, que los han convertido en algo distante de la praxis, conceptos difíciles de llevar al campo de acción, haciendo su aparición dentro de la misma Fotografia y no en la intención del fotógrafo, postergando su valoración hasta el encuentro con el teórico.

Esto no quiere decir que para descifrar un contenido sobre el lenguaje fotográfico debamos profesar como religiosos una esquematización semiótica. Es mejor definir que más que lenguaje fotográfico, se trata de establecer una interpretación de significantes.

Debemos prepararnos para las propuestas contemporáneas en las cuales no hay pureza de disciplinas artísticas y el desplazamiento del concepto requiere de plataformas interdisciplinarias, que nos llevará también a un entre-cruzamiento de lenguajes y construcciones discursivas cada vez más amplias que necesitarán herramientas de estudio cada vez más especializadas.

O lo que es lo mismo, bienvenidos a la Torre de Babel.


CIERRE.

Si tuviera que plantear una de las características que más me seducen de la Fotografía, tendría que remitirme a su silencio. a esa manera de estar y no estar a la vez, liviana, ligera como el papel y la luz. La Fotografía cuenta con un lenguaje?, sí… Pero un lenguaje propio y más que lenguaje, un código, ella habla y en ocasiones, grita fuerte dentro de mi cabeza, con mi voz, con mis palabras, madre de todas mis realidades y ficciones.
He llegado a pensar que todos los que estamos aquí somos meros traductores de un medio con límites insospechados.


9 de octubre del 2008.
Escuela Nacional de Artes Plásticas.
Ciudad de México.

viernes, 7 de noviembre de 2008

los ritos de rita.




esto es lo que va saliendo para exposición... va bien,,. no??

esto es del proyecto de paloma.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

en tiempos donde reina el fuego... por césar holm


cuando lo ocurrido en morelia... en medio del desconcierto... aparecieron los culpables... sin contexto, sin argumentos, sin motivos reales.. las explicaciones oficiales dejaron mucho que desear... para variar un poco en estos tiempos de desencanto.
ahora esto... el SECRETARIO DE GOBERNACIÓN... nada más y nada menos que la mano derecha del presidente... esto no les dice algo?... a que nivel de vulnerabilidad que vivimos?.. se imaginan lo que se invierte en seguridad para estos personajes???
2x1.
con la hipótesis de un accidente...
pregunta: ustedes creen que a esos niveles existen errores??
accidentes?
lo dejo en la mesa.
césar holm.

lunes, 20 de octubre de 2008

la felicidad condicionada


Felicidad condicionada

César Holm.

Recientemente la fotografía se ha transformado
en una diversión casi tan cultivada como
el sexo y el baile…
Sobre Fotografía.
Susan Sontag.

Antecedentes del retrato.

El retrato ha sido para la Fotografía, el terreno más fértil en términos de producción, eso se debe en gran medida a ese deseo de perpetuar nuestra imagen en un trozo de papel, que sea legado de memoria para futuras generaciones.

Me llega a la mente el texto de Fulchignoni “El complejo de la momia”, en el que aborda la naturaleza del retrato como algo que pretende vencer al tiempo, y aunque pueden ser infinitos los motivos que nos lleven a posar frente a la cámara, queda como pecado original el hedonismo: vernos y que nos vean para siempre.

La sonrisa en la foto.

Debemos mucho de la manera en cómo nos miramos a la Fotografía, manera que ya es cliché, actitud únicamente para lo fotográfico. Nuestras historias se cuentan desde la foto de primera comunión, la boda, el bautismo, la graduación. Existe un detalle, sin embargo, que no ha sido advertido por la historia de la Fotografía: La aparición de la sonrisa en el retrato.

En qué momento este dispositivo se presenta y configura toda fotografía casera (la llamo así por su procedencia amateur). El imaginario lleva a preguntas que parecen más una broma que un cuestionamiento serio: ¿Quién fue el primero en pedir “diga güisqui”?

La Fotografía no sólo sobrevivió al tiempo, lo rebasó, y en el recuento de los hechos la sonrisa es ahora un condicionamiento operante; en otras palabras, un lugar común.

La risa condicionada a través de la tecnología.

Recientemente se lanzó una peculiar cámara fotográfica que invita a la reflexión; su cualidad es poseer dispositivos que detectan la presencia de los dientes del sujeto a retratar e inmediatamente lo enfoca y el disparo es automático. En términos comerciales esta cámara permite obtener la fotografía ideal, en el momento “perfecto” del estado de ánimo del retratado. Pero y ¿dónde quedó el fotógrafo?

John Berguer daría un alarido ante este fenómeno. Cuando en su texto Sobre las propiedades del retrato fotográfico afirma categóricamente que uno de los criterios para leer una imagen fotográfica debe ser el cuestionamiento sobre el acto consciente de la toma, concretándolo así: “He decidido que merece la pena registrar lo que estoy viendo”, o sea, juzgar la decisión y momento del disparo, evaluando el criterio del fotógrafo.


Profecías sobre tecnología y foto.

El tema que pongo sobre la mesa no desea confrontar a la Fotografía, el hombre y la máquina. Pero vale plantear que en el afán de complementar con presunta “facilidad de uso” los equipos fotográficos, se hace a un lado la voluntad humana sobre la circunstancia a registrar. La Fotografía no depende de la sonrisa, sino de la intención del fotógrafo.

Hacer y pensar la fotografía es un acto de responsabilidad tan importante como la sensibilidad que la misma requiere. Para tomar una foto bastan milésimas de segundo, hacer la Fotografía puede llevarnos toda la vida.

Aplaudo cada implementación en los equipos fotográficos que facilitan el quehacer humano, pero debemos darnos tiempo para reflexionar sobre las rutas que trazan este tipo de cámaras para la fotografía misma.

martes, 30 de septiembre de 2008

estética del voyeur.



LA ESTÉTICA DEL VOYEURÍSTA.
Por César Holm

- Lo que seduce, nunca suele estar donde se piensa…
Zoom.
Gustavo Cerati.

Lo primero que habría que cuestionarse es, si realmente existe la posibilidad de que el voyeurísta cuente con un parámetro estético, es decir, que exista una estética voyeurísta.
Para justificar tal postulado debo remitirme a algunos textos de Kant y así marcar una diferenciación entre 2 clases de belleza, la belleza libre (pulchritudo vaga) lo que es bello por su naturaleza y la belleza adherente (pulchritudo adhcerens) esta última es la que nos concierne ya que cuenta con una intención y concepto particular.
El voyeurísta es un gourmet de la mirada, encuentra el placer en lo que su contemplación alcanza, sus obsesiones siempre están a la distancia incorruptible del nicho de su objeto.
Este sibarita de la imagen establece sus propias reglas, sin transgredir más allá de la intimidad del otro, además de resguardar celosamente su anonimato.
Su historia está basada en la eterna dualidad sexo-placer, aunque se le ha encasillado al terreno carnal y satanizado por algunas instituciones como la iglesia, quien irónicamente, con su absurdo veto genera una sobrestimación del sexo como obsesión de lo prohibido, creando sin proponérselo el terreno perfecto para una de las industrias más poderosas hasta hoy en día, la señora pornografía.
Quien se jacte de ser voyeurísta podrá narrarnos como es que superó este bombardeo de pelos, pezones y nalgas con que somos violentados hoy en día desde el puesto de periódicos hasta la red, ya que el voyeurísta cuenta con un gusto refinado y un criterio para determinar qué es bello, lo que no lo es y porqué. Es aquí donde nace y se hace una estética, la estética del voyeurísta.
La fotografía cumple un papel fundamental para el reconocimiento y desarrollo de múltiples voyeurs, que sin darse cuenta van alcanzando la madurez necesaria para formar un gusto. Veámoslo así . La fotografía es en realidad, la materialización de esa discreta sociedad entre el fotógrafo y el espectador, ambos controlan y someten a sus tiempos y conceptos, a quien es fotografíado (observado), el fotógrafo (observador) sede su lugar a su socio (espectador) para que contemple por esa cerradura al objeto del deseo en común y lo haga con todo el tiempo del mundo.
Muchos han sido los gurús que con sus obras nos han abierto lo ojos, quitado la vergüenza y dado forma gráfica a nuestros sueños y fantasías, es el caso Étant données de Duchamp,
Esta pieza nos coloca justo en un punto donde podemos observar y suponer que no somos observados. Pero un ejemplo más contemporáneo me remite a Merry Alpern con Dirty Windows y su particular mirada de socióloga hace un reconocimiento al morbo como uno de los motores que nos llevan a hurgar desde el sótano del edificio donde vive y logra atisbar en las realidades y fantasías de un burdel clandestino frente a su departamento, pero claro que nosotros cubriremos ese morbo con nuestros intelectuales lentes para justificar esta rara fascinación y teorizarla con pretextos conceptuales.
Esta eterna complicidad se rige por un poder muy sutil, el de la mirada, la observación, el sometimiento a partir de la vigilancia, este poder pasivo y en muchas de las circunstancias hasta autorizado o permitido ha expuesto nuestra privacidad a través de cámaras en los bancos, edificios, hasta la privacidad de nuestra habitación con la adaptación de la web cam.
El menaje a trua que vive entre el fotógrafo, objeto de contemplación y espectador, son el vivo ejemplo de un amor eterno y este romance consiste en una sola cosa, la fijación sobre el cuerpo como objeto de contemplación, Ricardo Castillo lo plantea así: -¿de qué estamos hechos que tocarnos nos gusta tanto?, en el caso del voyeur, sería: ¿qué hay en ti?,Que mirarte me gusta tanto.
A estas alturas del partido y a estas alturas de este texto, no queda más que asumir y aceptarse como un voyeurísta de talante y en algunos casos, de talento, cuando tenemos la oportunidad de estar detrás de la cámara y controlar o manipular nuestras propias obsesiones, miedos y fascinaciones de quien fotografíamos y para quien hacemos foto